HISTORIA CON MIS RETICULATAS

 

Cuando comencé a interesarme por los loris, los primeros que me gustaros, tal vez porque fueron los primeros que vi y eran muy distintos a los loros que solía ver en libros o revistas, fueron los Trichoglossus moluccanus. Esos colores "alegraban las pestañas" (como decía un gallego que conocí hace mucho tiempo). Después me enamoré de los Charmosyna goliathina. Tal vez la más bonita y elegante especie de loris por su colorido y, sobre todo, esa larga cola de unos 30 cm. que le da un toque elegante.

Pero desde la primera vez que vi una fotografía de los Eos reticulata me encantó ese rojo del cuerpo, ese antifaz azul tras los ojos y, sobre todo, esas estrías de un azul eléctrico que tienen en la nuca y parte alta de  la espalda. Creo que esa zona que comprende la cabeza, nuca y parte alta de la espalda es una maravilla.

A pesar de que me gustaban, no había reparado en ellos como una de las especies que tendría en mi vida (como ocurría con los T. moluccanus desde la primera vez que los vi en una fotografía en las máquinas de tabaco que solía haber en los bares). Pero tras empezar a centrarme más en los loris y tras contactar con algunos aficionados con los que fundamos la Asociación LORIIDAE de Criadores y Aficionados a los Loris, Loritos y Loriculus, empezamos a hablar sobre todo lo relacionado con los loris y cuando en una ocasión cayó en nuestras manos un listado de precios de varias especies de loris, mostramos los cuatro aficionados un mayor interés en ellos. Hablamos incluso de entre los cuatro poder adquirir varios ejemplares y establecer entre nosotros un buen grupo de parejas reproductoras.

La vida da muchas vueltas y cada uno la recorre según le dejan o puede. Yo, por fortuna, pude comenzar a recorrer este camino. Fue, como casi todo lo que me ha ocurrido en la afición con los loris, un camino inesperado que surgió de repente y sin tiempo para pensar. Tal vez gracias a eso tengo lo que tengo, porque ahora me pongo a pensar y creo que, por mis posibilidades, tengo más de lo que en verdad podría tener... Pues así fue como empecé, "de repente". Aunque ya en el verano de 2014 tenía apalabrado un cambio por el cual acabaría teniendo dos Eos reticulata, no fue hasta la primavera de 2.015 cuando iba a realizar un viaje que me llevaría por Europa (Francia, Bélgica, Holanda, Alemania e Italia) para comprar Agapornis canus, cuando adquirí mi primer ejemplar. Había quedado un año antes con  varios criadores de A. canus y el viaje lo hice principalmente para adquirir varias parejas a dos criadores. Hice el viaje con otro aficionado a los loris, también fundador de LORIIDAE.

Dos días antes de iniciar el viaje, cuando ya tenía todo organizado, apareció un anuncio en Internet de un criador italiano que vendía una hembra de Eos reticulata de 6 meses. A dicho criador ya le había comprado una pareja de Charmosyna goliathina rojos hacía 4 años, y no residía muy lejos del camino de vuelta desde la casa del criador de Agapornis canus que visitaría, hasta mi casa. Le pregunté el precio, mas bien por saber a como estaba en el mercado esta especie que por el hecho de poder comprarla, y no lo vi un mal precio teniendo en cuenta que se trataba de una hembra suelta. Pero no podía adquirirla, no me veía capaz de hacerlo... Hasta que otro de los fundadores de LORIIDAE me mandó un mensaje con el anuncio por email. Me "picó"... y "caí". Busqué de donde arañar unos euros más para llevar al viaje y cuando lo encontré me puse en contacto con el criador italiano para ver la posibilidad de adquirir la hembra. La seguía teniendo aunque me dijo que se lo confirmara porque había mas  gente detrás de ella. No podía confirmárselo hasta llegar esa noche a casa y que el criador de Agapornis canus de Italia al que visitaría me ayudara para que él hablara con el criador de loris para concretar el día, la hora y el lugar exacto donde encontrarnos. Pero al final lo conseguí y a la vuelta del viaje por Europa  pude adquirir mi primera hembra de Eos reticulata.

Como ya he dicho, a pesar de que esta hembra italiana fue mi primer ejemplar de  esta especie, ya en 2014 un criador en España (posteriormente se crearía entre nosotros una gran amistad) me había propuesto un cambio, en el cual yo recibiría dos crías de Eos reticulata. Yo le envié los loris acordados por mi parte en ese año 2014, y sólo había que esperar a que su pareja reproductora criara. Iban a ser hermanos/as, por lo  que desde siempre tuve claro que uno de los dos ejemplares tendría que cambiarlo a otro criador por otro ejemplar para evitar tener dos parejas con parte de la misma línea de sangre.

Las circunstancias quisieron que su pareja reproductora decidiera tomarse unas vacaciones y tardaran en criar. Cuando lo hizo estuve recibiendo fotografías de la evolución de las crías y empecé a ilusionarme. Pero cuando los  mandó sexar resultaron ser dos machos. Para mí era como una  pequeña "decepción" porque en un cambio los machos no son tan buscados. De hecho a día de hoy, en Octubre de 2015, hay al menos, que yo sepa, 8 machos "solteros" entre 4 aficionados... Pero tuve la "suerte" de que el criador necesitaba precisamente dos machos para dos clientes que se los tenían reservados, por lo que acordamos que los usaría para satisfacer a los dos clientes suyos y yo me quedaría con las dos siguientes crías, salieran ya lo que salieran.

Seguí esperando y  me daba la sensación de que la pareja volvía a tomarse un "respiro", pero un buen día, cuando creía que no había nada, me dijo que iba a sacar del nido dos crías que volvía a tener su pareja en el nido. No me había avisado ni de que la pareja hubiera vuelto a poner, y resulta que ya tenía dos crías de unos 10 días de vida... Me dio un "subidón" increíble, y empecé incluso a pensar en ir a recoger a las dos crías personalmente.

Las sacó a mano para evitar cualquier posible descuido de los padres y yo empecé a buscar vuelos para ir a recogerlos. Y mi alegría aumentó cuando me dijo que los había sexado y que ambos ejemplares habían resultado ser ¡¡¡ dos hembras !!! Si ya es complicado encontrar hembras sueltas, yo me encontraba de golpe con tres, y me sería muchísimo más fácil encontrar un macho para cambiar por una de las dos hermanas que iba a adquirir.

A pesar de que comenté al criador que entendería que al igual que con las dos primeras crías yo las "rechazara" por ser ambos macho (aunque lo hice porque sabía que él tenía gente esperando por machos) ahora entendería que él quisiera quedarse las dos hembras para posibles compromisos, pero me dijo que antes que ninguno estaba yo en la lista de espera y que las dos hembras eran mías. Eso me dio mucha alegría.  Ya tenía tres hembras y se me hizo muy largo el tiempo de espera hasta poder ir a recogerlas.

Por fin, a mediados de Septiembre de 2015 me encontraba en casa con tres hembras y tenía ya apalabrado con un criador, desde incluso antes de recoger a estas dos hermanas, el mandarle yo una de las hembras a cambio de un macho, aunque este macho tenía parentesco con las dos hermanas (era sobrino de las dos hembras).  ¡Qué ilusión!, podría formar mi primera pareja a finales de Septiembre de 2015. Pero cuando tras traer las dos hembras hermanas me puse en contacto con dicho criador, y tras "rechazar" a otros tres criadores franceses para un posible cambio, me dijo que por  problemas laborales le era imposible hacer el cambio en esas fechas pues no iba a poder acercarse a las oficinas de MRW para recoger mi hembra y a la vez enviarme su macho, que teníamos que esperar a que él encontrara momento para hacerlo.

Por todo esto, a finales de Octubre de 2015 me encuentro con 3 hembras de Eos reticulata y sin prisa por cambiar a una de las hermanas por un macho que no tenga relación con las otras dos hembras. De hecho me planteo esperar hasta 2016 para  hacer algún cambio yendo  yo mismo a recogerlos en algún otro viaje que pueda realizar por Europa. El problema es decidir cual de las dos hermanas es la que quiero cambiar, porque estoy cogiendo cariño a ambas y por un lado quiero quedarme las dos, pero por otro lado entiendo que tengo que dar salida a una para evitar tener parejas con la misma línea de sangre y formar las mías propias con ejemplares que, según mis posibilidades,  no tengan relación alguna entre todos ellos.

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En Noviembre de 2015 he apalabrado el cambio de una de mis hembras por un macho de un criador cercano a París, uno de los franceses a los que al principio les dije que no podía porque ya había quedado en realizar el cambio con un criador español. Pero ante la ausencia de noticias de este criador español he decidido asegurarme un cambio, y mas teniendo en cuenta que no tiene relación con ninguna de mis hembras. Viajaré hasta las inmediaciones de París en un principio a mediados del próximo mes de Abril de 2016 en otro de mis viajes para visitar criadores de loris, y este macho intentaré que se empareje con la hembra italiana, que ahora tiene 11 meses de edad, por los 5 de las dos hermanas españolas.

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En Octubre de 2017 tengo ¡3 parejas! Tal y como comenté anteriormente, en Abril de 2016 viaje con los tres cofundadores de Loriidae por Francia y cambié una de las dos hembras hermanas por un macho. Puse a los tres juntos (la hembra italiana, la española y el macho francés) y se llevaban de maravilla. Las dos hembras hacían mucho caso al macho, y él se dejaba querer por ambas (¿quién no lo haría?). Pero luego tuve la suerte de encontrar otro macho. Hablé con el criador italiano al que ya había adquirido la primera hembra y me dijo que podría conseguirme un macho procedente de un amigo suyo, con lo cual tendría un joven macho de la edad de mi hembra española y de sangre diferente a los otros tres ejemplares que ya tenía. Por eso decidí junto a un amigo viajar un fin de semana de Septiembre de 2016 para adquirir ese macho, y al llegar a casa lo puse junto a los otros tres ejemplares. Mi idea era vigilarles y no tardé ni un minuto en sacarlo de ahí porque el otro macho y la hembra italiana le querían agredir. Por eso lo puse en el aviario contiguo y enseguida vi que la hembra española se ponía en la malla separatoria de ambos aviarios y él también se acercaba sin que hubiera intentos de agresión por parte de la hembra. Así que decidí pasar a la joven hembra con él y fue una decisión acertada. Enseguida se vio que ambos querían estar cerca el uno del otro.

Y dos meses después de adquirir al joven macho italiano, en Noviembre, adquirí una hembra de casi 5 años y papillera. Mi amigo, del que adquirí las dos hembras hace un año, me dijo que le iban a dar una hembra que él crió a mano hacía casi 5 años. Era un particular que se la compró para tenerla de mascota y que ahora era más un problema que otra cosa porque estaban poco tiempo en casa, era posible que se tuvieran que ir de viaje durante mucho tiempo, y ya a penas la sacaban de la jaula. No recuerdo ahora como fue, pero al final quedamos en que se la compraría. Él me tenía apalabrada una pareja de Charmosyna goliathina para cambiarla pero al final me dijo que no iba a querer esa pareja. Para mí era mejor, por lo que no puse problema al precio que me puso él. Y así, en Septiembre de 2016 llegó una hembra que en Diciembre haría cinco años.

Pero esta hembra tenía un problema. No volaba. Pero lo supe cuando me llegó y la solté en el aviario. Aún así ya había decidido que "Fiona", como así la llamé, se quedaría en mi casa siempre. Por eso decidí poner pasarelas y cuerdas para que pudiera desplazarse por todo el aviario sin tener que trepar por la malla de las jaulas colindantes.

Y ahora tenía que encontrarle un macho, y a ser posible adulto porque esta especie puede tardar hasta 5 años en decidir querer criar y no quería esperar mucho para poder tener descendencia de esta hembra. Por eso me puse a buscar por Internet y di con tres personas que tenían machos viudos y adultos. Eran tres, uno en Italia, otro en República Checa y otro en Alemania, pero los tres no querían desprenderse de sus machos y sin embargo me pedían comprarme mi hembra. Pero yo no podía. "Fiona" tenía que quedarse en mi casa siempre.

En la primavera de 2017 "Fiona" puso dos huevos fuera del nido, desde uno de los palos, que acabaron rotos en el suelo. Me puse a buscar nuevamente con más intensidad, sobre todo sabiendo que en Septiembre iría al mercado de aves que anualmente se celebra en Zwolle, Holanda. Un mercado de aves muy numeroso y al que acude mucha gente de toda Europa.

Volví a preguntar y volvieron las mismas peticiones de venta de "Fiona"... pero no podía. De uno concretamente me dijeron que tenía un macho importado de Bali (quiere decir que era hijo de ejemplares salvajes) y que lo vendía por 1500 euros. Era mucho pero decidí ponerme en contacto con él. Me dijo que no tenía machos ara vender pero me propuso que le entregara la hembra y 1000 euros a cambio de una pareja joven de ese año que tenía hijos de ejemplares importados desde Bali y que yo sabía que tenían valorados en 2800 euros la pareja. Pero yo seguía sin poder desprenderme de "Fiona" y se quedó en el olvido eso.

Llegaba Septiembre y volví a preguntar en un grupo sobre criadores de loris en Europa y otro sobre el mercado de aves de Zwolle, y se puso en contacto conmigo el criador de la R. Checa. Quería venderme el macho importado. El precio era un poco inferior al que me había dicho un amigo en Mayo, pero no mucho. No había alternativa, era macho adulto y además de sangre "nueva" al venir desde Bali. Así que acepté y quedamos en vernos en el encuentro que iba a suceder el mismo fin de semana que el mercado de aves de Zwolle.

Y de repente se pone en contacto conmigo el criador alemán que el año pasado no quiso venderme su macho de 7 años, y me dice que me vende el macho... Vaya, ahora que ya tenía apalabrado el macho viene otro de camino. Hablé con el amigo que me vendió las dos hembras en 2016 porque sabía que necesitaba uno y aceptó hacer un cambio. Sus loris los llevaría yo a Zwolle y allí recogería también el macho del alemán.

Así que ahora en Octubre de 2017 tengo tres parejas, una de ellas de adultos que tras dos semanas se llevan perfectamente. Al inicio la hembra hacía por atacar la macho, pero el no poder volar (no poder y no querer) impedía que le alcanzara. Y con el tiempo y la confianza del macho ha hecho que los dos se enfrenten ahora a mí cuando entro a ponerles el néctar y la fruta. Voy a tener problemas con ellos cuando críen, pero me alegrará poder comprobarlo. Espero que en 2018 se decidan a criar. A este macho, como no, le puse de nombre "Shrek".

 

 

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