VIAJE  POR  FRANCIA  2.016

( 16 a 19 de Abril de 2.016 )

Cuatro amigos, los fundadores de la Asociación Española de Aficionados a los Loris, Loritos y Loriculus (LORIIDAE), habíamos hablado de hacer un viaje de este estilo por toda Europa hacia ya algunos años. Y por fin tuvimos la oportunidad de hacerlo este año por Francia.

Todo empezó en el año 2015, cuando adquirí tres hembras de Eos reticulata y dos de ellas eran hermanas. Mi intención era la de formar parejas donde ninguno de los ejemplares tuvieran la misma línea de sangre conocida, y pronto contacté con varios criadores con los que podría hacer dicho cambio. Uno de estos criadores era un francés cerca de París, que precisamente a finales del verano de 2015 bajaba hasta la frontera con España y podría acercarme su macho para cambiarlo por una de mis hembras hermanas. Pero me decanté por cambiar la hembra con un criador español.

Cuando volví a finales de Agosto de recoger las dos hembras hermanas contacté con el criador español y empezaron las esperas. Ya al segundo mensaje no me respondió y tras un tiempo largo de espera decidí contactar de nuevo con el criador francés para ver si él seguía teniendo el macho y querría cambiarlo por una de mis hembras. Y tuve suerte de que lo siguiera teniendo y lo quisiera cambiar, por lo que ya le confirmé que le guardaba la hembra a él y que empezaría a mirar cuando poder hacer el viaje.

Hablé con José, Ramsés y Pátric, los otros fundadores de Loriidae, de hacer un viaje por Francia juntos y vimos la posibilidad de visitar Parc des Oiseaux en Villars les Dombes, al lado de  Lyon, en donde albergaban colibríes, tangaras y un aviario muy amplio con muchos Trichoglossus moluccanus. De esto, de los T. moluccanus, ya habíamos oído hablar pues hace unos años estaban pidiendo hasta 300 ejemplares para dicho parque (no son tantos los que hay).

Ya teníamos confirmada la visita al criador cerca de París, Eric Vanouche, con el que cambiaría una de mis hembras de Eos reticulata nacida en 2015 por un macho suyo nacido también en 2015. Antes pararíamos en Burdeos (tal y como hicimos el año anterior en nuestro Primer Viaje "Friki-Pájaros" por Europa) y visitaríamos por la tarde al criador Claude Craysssac. La última visita antes de regresar sería al Parc des Oiseaux, en principio pensábamos la mejor de las visitas.

Tras varios meses organizándolo se fijó el 16 de Abril como fecha de partida y el 19 de Abril como día de regreso. Pero Ramsés tenía que venir en barco desde Tenerife y lo comenzó el Jueves día 14, llegando la noche del día 15 a Huelva a donde le iba a recoger José, y llegando a mi casa alrededor de las 2 de la noche del 16. Yo me había acostado ya a las 00:00 y desperté para que pudiera dormir unas horas en casa, pues a las 6:00 despertamos y a las 7:00 estábamos recogiendo a José en su casa. Y aquí comenzó el viaje.

Esta vez tocó ir en mi coche, así que en principio, salvo necesidad, tocaría conducir los cerca de 3.500 km. Y comenzamos por un camino que José y yo ya nos conocíamos del año anterior, y con una parada a medio camino, fuimos hasta san Sebastián en donde recogeríamos al cuarto "mosquetero". Allí iba a ir Pátric desde Barcelona en tren. Nos recibió la lluvia pero no evitó que fuéramos a visitar la playa de La Concha. Aparcamos en un parking al lado de la estación de tren y el camino andando hasta la playa la conocía de un viaje que hice hace años con unos amigos. Tras echarla un vistazo nos volvimos y de camino compramos algunas cosas para comer, cosa que hicimos en el parking una vez había llegado Pátric en tren.

A las 14:00 más o menos nos pusimos de camino hacia Francia. hicimos el viaje lloviendo. La idea era ir primero al hotel, que nos pillaba de camino a la casa de Crayssac, para recoger las llaves pues así luego no tendríamos la necesidad y la prisa de hacerlo antes de las 23:00 horas. No sabíamos los planes que tendrían los Crayssac. Aquí he de recomendar los hoteles de la empresa Campanile. Siempre a pié de la carretera pero apartados lo suficiente para no escuchar los coches que pasan por ellas, baratos, limpios... Ideales para simplemente parara a dormir y seguir camino a la mañana siguiente. Aunque también se podía coger con desayuno incluido (entre 9 y 10 euros) preferimos coger sólo alojamiento porque así lo hicimos el año anterior en nuestro viaje por Europa y nos fue bien. Al tener que recorrer cada día varios cientos de kilómetros hasta el siguiente destino, nos íbamos a despertar muy temprano y en muchas ocasiones a esas horas no estaba aún listo el desayuno, con lo cual llevábamos algunos batidos, croasanes y otras cosas para tomar nada más levantarnos. Sabíamos que dos o tres horas después pararíamos a descansar y podríamos desayunar/almorzar algo.

Cuando llegamos al hotel ( Campanile Villeneuve-Sur-Lot ) dejamos nuestras pertenencias y en media hora estábamos camino de la primera visita, Claude Crayssac, conocido criador de psitácidas con un buen grupo de loris. Pátric ya lo había visitado y allí también nos estaría esperando Philip, el hijo de Claude, que sabía español y podría explicarnos y enseñarnos todo sin problemas con el idioma. El hotel estaba a una media hora de la casa de Crayssac. Y parece que el tiempo nos dio un descanso porque íbamos a poder disfrutar de la visita sin lluvia.

Decir que al igual que el año pasado utilizamos el programa de móvil Sygic para guiarnos y nos llevó justo hasta el lado de la finca, pero tuvimos que preguntar a una persona que paseaba por allí pues no encontrábamos la puerta. Nos la habíamos pasado unos 50 metros. Eran cerca de las 17:00 cuando llegamos, pero todavía con luz suficiente para poder ver todo el aviario. Cuando entramos nos estaba ya esperando Philip y su padre Claude, y tras los saludos iniciales le hicimos entrega de un regalo, unas botellas de vino de Osborne. es algo que les propuse a los amigos que podríamos hacer por agradecerles las molestias que se iban a tomar. Creo que les gustará pues parece ser que son aficionados también al buen vino.

Claude no habla español ni inglés pero nos estuvo acompañando durante toda la visita. Fue con su hijo Philip con quien charlamos y quien nos estuvo dando toda clase de detalles de sus aves, sus aviarios y otros temas de los que hablamos. Como "una imagen vale más que mil palabras" creo que unas cuantas fotos podrán expresar mejor que mis palabras lo que allí podíamos ver.

              

         

         

Lo que sí mencionaré es que están tratando de hacer un néctar nuevo, que estaban empezando a probarlo, y les dijimos que cuando lo pusieran a la venta nos informaran sobre él y de como poder conseguirlo para probarlo.

         

También comentar que en breve iba a hacerse con varias parejas de Agapornis pullarius y que a la fecha de escribir este reportaje tenía ya varias parejas. Y mencionar su bonita colección de bonsáis, uno en especial con un tronco de más de 100 años.

         

     Tras la visita a su criadero nos invitaron a su casa a tomar algo, pero nunca pensamos que iba a ser tanto. De camino al comedor nos enseñó su zona de incubadoras y nacedoras.

         

Una cena en toda regla regada de buen vino, tres vinos diferentes que acompañaban cada parte de la cena. Y tan bien lo estábamos pasando que cuando quisimos darnos cuenta era la 1:00 de la noche y decidimos poner fin a la visita. Nos hubiéramos quedado más tiempo con gusto, pero nosotros teníamos que levantarnos muy pronto a la mañana siguiente y supongo que a los Crayssac se les hacía un poco tarde para aguantar a cuatro "friki-viajeros". Una visita muy muy agradable, con una familia muy agradable, y que si en alguna otra ocasión, en otro de nuestros viajes "friki-pájaros", pasamos por allí, podría repetirse si ellos son tan amables de querer volver a recibirnos.

Volviendo de noche al hotel casi me meto en una ocasión por dirección prohibida, y al intentar corregir la trazada me metí en un gran bache. Que conste que me contuve con el vino precisamente por tener que conducir, y aquello estaba tan a oscuras que no se veía bien la trazada de las dos direcciones. menso mal que al iniciar la maniobra de entrar en la carretera, y cuando ya iba entrando en la equivocada, vi a lo lejos dos faros que se aproximaban y pude girar con rapidez para seguir por el lado derecho. El coche bien, unas cuantas risas, y una anécdota más del viaje.

El siguiente trayecto era de unas 5 horas, también con lluvia, y el hotel ( Campanile Meaux ) estaba antes del pueblo que íbamos a visitar, donde estaba nuestro segundo destino y donde yo haría el cambio de Eos reticulata. Nos despertamos sobre las 7:00 y se supone que a las 8:00 debíamos estar en marcha, pero nos retrasamos un poco (en todo viaje con trayectos largos siempre hay que poner media hora para cada parada de descanso y al menos una hora más para imprevistos).

    

Hicimos una parada para comer tranquilamente antes de llegar al hotel, en donde recogimos las llaves de las habitaciones y dejamos las maletas. Después teníamos otra media hora hasta la casa de Eric. el problema aquí vino en que no logramos saber por donde ir, así que en el pueblo anterior a la casa de Eric le llamamos y gracias a Ramsés, que chapurrea francés, esperamos a Eric en la plaza y él vino a recogernos y guiarnos hasta su casa.

Eric no se prodiga mucho en su cuenta de Facebook y lo poco que habíamos visto eran fotos que alguna vez subió en algún grupo de loris. Por eso tal vez fue tan grata esta visita, de la que salimos totalmente encantados. A ambos les llevamos como obsequio unas botellas de vinos de Osborne (crianza, reserva y gran reserva). Creemos que es un gran detalle. Tal vez para siguientes visitas a otros criadores tengamos antes que preguntar.

         

De Crayssac sabíamos más o menos lo que nos íbamos a encontrar (y así así disfrutamos como locos con todo lo que vimos), pero quedamos impresionados con Eric y su aviario. En estas visitas se habla de todo, tal vez empezar a decir de lo que se habló no venga al caso, por eso aquí igualmente "una foto valen más que mil palabras". También disfrutamos de una visita sin agua. Parece que al menos el tiempo quería brindarnos la posibilidad de disfrutar el momento de las visitas.

         

         

         

         

Cuando anocheció nos invitaron a unos refrescos y a un delicioso bizcocho que había hecho la mujer de Eric, y como era ya Domingo y el Lunes tendrían sus quehaceres normales (colegios de las hijas, trabajos, etc...) nos marchamos sobre las 21:00 horas al hotel, encantado yo con mi nuevo macho de Eos reticulata (preciosas sus listas azules en la nuca) y todos con la visita.

Creo que lo hablamos en varias ocasiones durante el viaje, pero teníamos la visita al Par des Ouseaux como punto culminante del viaje, en especial esos colibríes, y estábamos comprobando que las dos primeras visitas podían ser incluso mejor. Estábamos disfrutando del viaje, incluso Ramsés, que con el jet lag que traía desde Tenerife :-D) :-D) :-D) aprovechaba cualquier momento en los trayectos para echar una siesta. El resto lo dedicaba a decirme que no había necesidad de correr :-D) :-D) :-D)

A la mañana siguiente nos levantamos un poco antes y salimos a las 7:00 hacia nuestro tercer y esperado destino, el Parc des Ouseaux para ver por primera vez colibríes. Anunciaban también lluvia para hoy. Esperábamos tener la misma suerte que hasta entonces y que durante la visita al parque no lloviera. De momento teníamos cuatro horas de viaje, con una parada para desayunar algo más tranquilamente. Queríamos llegar lo antes posible para aprovechar el mayor tiempo posible visitando el parque.

En esta ocasión el hotel Campanile más cercano, al otro extremo del pueblo donde está el parque, no tenía habitaciones dobles, sólo triples, por lo que reservé dos habitaciones en un hotel que está a 800 metros del parque. Un poco más caro pero mejor imposible. Es el hotel Logis le Ribotel. Era el más caro de los tres pero al no haber habitación disponible en el Campanile más cercano, decidí reservar en este por su gran cercanía al parque. A mí no me pareció mal hotel. Cierto que ya tiene sus años encima y no tenía la calidad que los Campanile, que son muy nuevos todos, pero a mis compañeros de viaje no les gustó mucho. Sea como fuere, si en otra ocasión vuelvo a este parque (muy recomendable) y no puedo reservar en el Campanile de dicha localidad, no dudaré en reservar este mismo hotel.

Tras llegar al hotel y dejar nuestras maletas nos marchamos al parque. Al nuevo lori me lo llevé y lo dejé en el maletero. Iba a ser un día nublado e incluso anunciaban lluvia, por lo que no iba a pasar nada de calor. Los loris han pasado las noches en el coche y han estado bien en todo momento ya que han sido días frescos y lluviosos (salvo justo cuando estábamos en la casa de los dos criadores a los que habíamos visitado hasta entonces, cuando dejaba de llover. Mejor imposible).

Cuando entramos al parque lo primero que vimos y fotografiamos fue un estanque con patos y flamencos. Ya es "tradicional" encontrarse flamencos y patos en cualquier parque de aves. Son muy bonitos y vistosos y quedan bien en su estanque.

         

    

Y entonces empezó a lloviznear. Ya nos estábamos temiendo que iba a ser un día pasado por agua. De hecho alguno entró en la tienda para comprarse un paraguas. Entonces aprovechamos para entrar a la habitación donde tienen a los colibríes, y nada más entrar fue una maravilla verlos allí. Los tienen separados individualmente y en la separación de cada habitáculo hay una pequeña ventana que abren cuando quieren que la pareja se aparee, y la cierran, volviéndolos a separar, para que la hembra ponga los huevos, los incube y críe ella sola a la prole, pues los machos son muy agresivos.

              

              

Pero es que además, en la parte de atrás de los habitáculos de los colibríes había un aviario abierto con Tangaras, Cyanerpes.... Mejor lo vemos, que de pensarlo me vuelvo a maravillar.

         

         

         

Cuando por fin nos obligamos a salir de allí seguía llovizneando, por lo que aunque sólo eran las 13:00 horas decidimos parar a comer. Todo esto está a la entrada al parque, así que no habíamos visto aún mucho (aunque para mí sí lo más maravilloso, a excepción de un par de cosas que veríamos más adelante, pues por ejemplo también sabíamos que había gallos de la roca). Tras una frugal comida reemprendimos la marcha por el parque con la buena suerte de que dejó de llover. Pudimos hacer el resto de la visita con tranquilidad y sin mojarnos.

         

         

Como con en el resto de visitas del viaje, mejor unas fotografías para mostrar parte del fabuloso parque que estábamos visitando. En él lo que uno disfruta son espacios amplios y naturales, y sobre todo mucho agua por todos lados. Y es una maravilla pensar en todo el espacio que aún tienen sin ocupar. Estaban por ejemplo construyendo una alta plataforma de vigía en medio del gran lago que tienen allí, pero es que hay mucho terreno sin usar. Para dentro de unos pocos años da la sensación de que la visita va a ser aún más emocionante.

 

         

         

Interesante en este parque además, los amplios aviarios donde puedes entrar. El más llamativo es el de los Trichoglossus moluccanus, donde puedes interactuar con ellos, pero no menos asombrosos son otros en donde puedes "jugar" con rapaces como buitres (mención especial a uno que decidió hacer su rutina de volar desde un extremo a otro del aviario y subir andando por una subida hasta el puesto de lanzada. Siempre daba la coincidencia de que nos encontrábamos o en su línea de vuelo cuando bajaba o en su camino de subida cuando subía. y en ningún momento se apartaba de su ruta, obligándonos a nosotros apartarnos con rapidez. El pico de un buitre impresiona, y más si tienes la idea de que te va a destrozar). Mención también especial al aviario de los Agapornis fischeri. Todos ancestrales y de muy excelente calidad. Estos gustarían a los del Proyecto Anillos del Jaral. Pude estar un buen rato dentro con ellos observándolos y fotografiándolos.

         

         

El pingüinario y los gallos de la roca, otras cosas interesantes que ver en este parque... No dejéis de visitar este parque, maravilloso.

         

         

         

Al final casi 3.800 kilómetros interesantes, en muy buena compañía, y preparados nuevamente para otro viaje por el estilo. Seguro que sin siquiera pensarlo nos aparece otra oportunidad, ya sea para visitar a criadores o para visitar parques de aves (y criadores de la zona), pues por ejemplo mis compañeros de viaje quieren visitar el Vogelpark de Walsrode y a mí no me importaría visitarlo de nuevo.

Más fotografías podéis verlas pinchando en este álbum en mi página de Facebook.

 

He de agradecer en esta ocasión, además de la ya habitual compañía de José Luis, a Pátric y Ramsés por arriesgarse a venir en coche conmigo en este viaje, y a Eric y la familia Crayssac por recibirnos en sus casas y poder cambiar ideas y experiencias con ellos. Gracias.

Avigón

26 / 08 / 2016