VIAJE  A  MILÁN  2.016

( 24 y 25 de Septiembre de 2.016 )

Otro viaje más, aunque en esta ocasión lo realizo en avión porque no me quedan más días de vacaciones y por tanto hacerlo en coche era imposible (lo ideal son coger cuatro días para un corto viaje en coche). Lo que no cambia es mi compañero de viajes, José Luis. Ya con este llevamos cuatro viajes "Friki-Pájaros". Tanto "roce" hace que ya no le molesten mis ronquidos nocturnos :-D)

La razón del viaje, un joven macho de Eos reticulata que iba a adquirir para formar así dos parejas de esta maravillosa especie. Aunque hablé con Renzo Pirovano, al final el joven macho fue de Angelo Guirdanella ya que Renzo tenía dos machos pero eran hermanos de la hembra que ya le compré el año anterior. Por eso él llegó a un trato con Ángelo Guirdanella para cambiarse los machos y así hacerme yo con el de Angelo pero a través de Renzo, con el que quedé para encontrarnos en el aeropuerto de Linate.

Salimos de Talavera a las 5:30 de la madrugada del 24 de septiembre dirección a la T4 del aeropuerto de Barajas en Madrid. Como siempre que voy a la T4, el coche lo dejamos en el parking de larga estancia que hay justo al lado, por lo que a las 7:00 estábamos ya pasando el control del aeropuerto. Tras un desayuno en el aeropuerto embarcamos y a las 9:00 pusimos rumbo al aeropuerto de Linate en Milán. Dos horas de vuelo.

Allí ya nos esperaba Renzo Pirovano, el criador de loris del que iba a adquirir el macho de Eos reticulata. Ya es la tercera vez que coincido con él, aunque las dos anteriores fueron contactos muy rápidos. El primero en 2012 viéndonos en este mismo aeropuerto, donde me dio una pareja de Charmosyna goliathina que aún mantengo y en donde estuvimos sólo media hora juntos a eso de las 23:00 horas de un sábado, y luego me puse a esperar hasta que saliera el primer avión a las 8:00 de la mañana del día siguiente; y el segundo contacto fue el año pasado durante mi viaje por Europa, que volviendo de Italia quedé con él en una área de descanso en la propia autovía. Allí me tenía mi primera hembra de Eos reticulata, esta sí suya, y estuvimos apenas 10-15 minutos. Ahí fue cuando me dijo que la próxima vez tenía que visitarle, así que cuando salió la oportunidad de adquirirle un macho de Eos reticulata, no tuve dudas de que debía visitarlo.

Desde el aeropuerto fuimos directamente a su casa. Allí nos enseñó sus aviarios y loris, y lo primero que vimos fue una pareja de Vini australis, pero enseguida pudimos ver su (otra) joya de la corona, su pareja de Oreopsittacus arfaki. Una maravilla poder volver a ver esta especie. La última vez que los pude ver y disfrutar de ellos fue en casa de un amigo que tuvo una pareja más dos machos, pero que lamentablemente fallecieron tres de ellos, y según la última información es que se desprendió del último macho que le quedaba.

         

Por tanto, a parte de poder traerme el joven macho de Eos reticulata que pude verlo allí, el viaje fue ya compensado por la vista de esta pareja de O. arfaki. Una maravilla. Me han vuelto a entrar ganas de tenerlos. El problema es que son complicados de encontrar, y luego de que te los vendan. Y además estos sí que deben estar atendidos a diario.

         

Las instalaciones que tiene Renzo están formadas por unas jaulas en el interior y otras en el exterior. En el interior, a parte de estos loris ya comentados, pudimos ver Charmosyna placentis, Charmosyna goliathina y Phigys solitarius. Y tras disfrutar un rato con esos loris, sobre todo con los O. arfaki (y yo en particular también con mi nuevo macho de E. reticulata), ya que la pareja de Vini australis decidió meterse dentro del nido, Renzo nos llevó a ver sus instalaciones en el exterior. Aquí empezamos disfrutando (yo al menos) con todas las parejas de Eos reticulata que tiene. En total siete parejas. Allí estaban los padres de mi hembra, la que le compré a Renzo el año pasado. De un tamaño increíble.

         

También tiene algunas parejas de Psitteutele iris, de Psitteutele goldiei, Trichoglossus euteles, Trichoglossus moluccanus, y otras parejas de especies que no eran loris como una de Psittacus erithacus, Poicephalus meyeri o Myiopsitta monachus lutinas. Estas jaulas exteriores estaban bajo un buen castaño, que les daba una beuna sombra, y habían plantado un par de plantas de bignonia y otro par de Tecomaria, según ellos, porque las vieron en las fotografías en mi web o Facebook... Sus aves se lo agradecerán cuando empiecen a dar flores.

         

Tras disfrutar de sus loris, nos invitó a comer, y estuvimos hablando sobre loris mientras degustábamos, entre otras cosas, de una riquísima lasaña preparada por la mujer de Renzo. comida italiana, no se podía negar :-D)

Tras una agradable charla (intentándonos entender entre nuestro español y su italiano (creemos que adaptado al español, pues como veríamos más adelante, a otros italianos no les entendíamos tan bien :-D), nos marchamos a visitar a otro criador de loris de la zona, Angelo Guirdanella. Cuando llegamos también estaba su hija, que en algunas ocasiones nos hizo de intérprete al saber español.

         

Aquí pudimos disfrutar de algunas parejas de Charmosyna josefinae y jóvenes crías, Lorius domicella, Lorius chlorocercus, unos magníficos Pseudeo fuscata amarillos, Psitteutele iris, Trichoglossus euteles, y otras especies "no loris" como Poicephalus gulielmi o las cacatúas rosadas Eolophus roseicapilla.

         

En un momento dado sacó de una de sus jaulas un ejemplar de L. domicella con el que interactuaron ellos.

    

Tras ver su aviario estuvimos charlando y he de decir que hablar con Angelo es un caos, no para de hablar y lo hace muy rápido. A veces nos "perdíamos", pero en definitiva fue un agradable momento. Supimos por ejemplo que mi joven macho de Eos reticulata tenía un tío que siendo joven tenía las alas naranjas, aunque al hacerse adulto su coloración pasó a ser normal de color rojo. No tiene pinta de ser mutación, pero es una simple curiosidad.

Al regresar a casa de Renzo estaba allí un amigo suyo que cría Phygis solitarius. Con cinco parejas había sacado ocho jóvenes y estaba pendiente de sexarlos. Quedé con él que si al final tenía más hembras que machos le compraría una joven hembra para mi macho "Martin". Al final volví a pensar en formar de nuevo la pareja de Phigys solitarius. Llevaba tiempo pensando en formar una tercera si era capaz de enviar el macho de Phigys a alguien donde yo quedara satisfecho por sus cuidados e instalaciones, pero al hablar con este criador de Phigys pensé en volver a intentar conseguir la hembra. Hay que esperar ahora a que sexe todas las crías y tenga más hembras que machos.

Cuando ya se notaba que la tarde iba acabando, Renzo nos llevó a un hotel cercano a su casa. Es de un amigo suyo y aunque con ellos no nos entendíamos sí estuvimos viendo unas Platycercus eximius y unas Princesas de Gales que tenían en un patio detrás del hotel.

Cenamos muy pronto y bastante bien, incluso sin haber tomado la carne que nos ofrecían. Y nos fuimos enseguida a dormir. Tras haber dormido apenas 3 ó 4 horas la noche anterior, ahora íbamos a poder hacerlo durante 10 horas seguidas.

El domingo día 25 nos vino a recoger Renzo al hotel para llevarnos al aeropuerto de Milán-Linate (Hemos de agradecer las molestias que se tomó Renzo por recogernos y llevarnos personalmente de un lado a otro. Así da gusto). Por el camino seguimos charlando y quedé en reservarle una joven pareja de Trichoglossus moluccanus con el "formato" macho "español" y hembra "portuguesa", que es de momento el único tipo de emparejamiento que con mis crías han dado ejemplares fallow y arlequines en España. Yo le comenté que tenía dos parejas que en un año iban a poder criar y que si daban mutados los vendería, tanto las crías como los padres, que mi intención era sacar una sola vez pero dedicarme a otras especies. Pero él me dijo que prefería una pareja joven y probar suerte. Así que posiblemente volvamos a vernos en menos de un año. Yo pondré los nidos a los T. moluccanus en un mes más o menos.

En el aeropuerto pasamos cerca de dos horas esperando, y al igual que me ocurrió en mi anterior visita en 2011, pasamos con tranquilidad el control. No me pidieron ningún tipo de documentación ni hicieron por ver el interior del trasportín. Fui yo el que amablemente les pregunté si querían verlo. Ni que decir que quedaron encantados con el Eos reticulata. Es un ave impresionante.

Llegamos al aeropuerto de Madrid sobre las 14:00 horas y de camino a casa paramos a comer. Cuando llegué y pude soltar al joven macho de Eos reticulata ya eran más de las 18:00 horas. A partir de aquí la historia de este macho de Eos reticulata, así como el de los demás integrantes de mi Aviario, lo podrás ver en el Diario que llevo.

Más fotografías podéis verlas pinchando en este álbum en mi página de Facebook.

 

He de agradecer de nuevo a José Luis que me acompañe en un nuevo viaje. Y Renzo Pirovano y Angelo Guirdanella por el trato que nos dieron y permitirnos visitar sus casas y sus aviarios. Gracias.

Avigón

26 / 08 / 2016