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Miércoles día 25:
Pensando en voz alta: Después
de un año sin escribir nada en mi
diario, llevaba unas semanas con la
idea de volver a hacerlo sobre lo
que ha ocurrido en este último año.
Cuando dejé de escribir estaba
cansado. Era desde 2001 haciéndolo,
y desde que quité los ejemplares de
Nymphicus hollandicus (Ninfas), que
daban mucho juego con sus mutaciones
y emparejamientos, y con los
Agapornis (al criar tantos siempre
había cosas que contar), las
"novedades" no eran tantas y la
"imaginación" por contar algo se iba
perdiendo.
Pero un año parado no es que me haya
dado las
ganas, pero al menos voy a
intentar ponerme al día. Ya veremos
luego si sigo con el "día a día", o
"semana a semana" o simplemente un
comentario mensual... O vuelvo a
esperar a tener varias cosas
interesantes que contar y hacerlo
todo de golpe.
De momento comentar que podéis
seguirme desde Facebook, en donde
tengo la página de
AVIGON.
Simplemente ahí podéis ver las
fotografías y vídeos de mis aves,
instalaciones y viajes que suelo
realizar. También, directamente en
Youtube
podréis ver mis vídeos.
Desde que dejé de lado el Diario,
los Trichoglossus moluccanus han
"desaparecido" de mis instalaciones.
Al igual que me pasó con las Ninfas
y los Agapornis, empecé a pensar
que, aunque muy bonitos, llevaba ya
mucho tiempo con ellos y estaban
apareciendo algunas especies en mi
"punto de mira" que me gustaban. Y a
esto se unió que en 2018 tuve 14
crías de T. moluccanus ya que las
dos parejas de mis propias crías que
me quedé hacía dos años empezaron a
criar a finales de 2017 y ya eran
cuatro parejas criando.
Estas dos parejas me las quedé
porque estaban formadas de la misma
forma que aquellas que estaban dando
mutados en España, por lo que probé
fortuna, pero en sus 2-3 primeras
puestas ninguna de las dos parejas
sacó un mutado. Teniendo en cuenta
que las parejas que sí lo sacaron lo
hicieron ya desde la primera puesta,
decidí quitarme las parejas y todas
las crías y desechar definitivamente
la idea de sacar mis propios
mutados. Me estaban llamando más la
atención otras especies y en verdad,
entrar en esa "guerra" de sacar el
"primero" tal o cual mutación (ya me
pasó con los Agapornis) me resulta
agobiante.
Por eso empecé a desprenderme de
todos ellos, y al final también me
quité mis dos parejas iniciales. Me
dio un poco de pena, sobre todo de
la primera pareja que adquirí en
2005. Con el paso del tiempo la he
echado de menos, pero pienso que han
ido a buenos lugares y que prefiero
tener un bonito recuerdo como tengo
con las Ninfas, que no un "mal"
recuerdo como tengo con los
Agapornis, que me llené de ellos,
quise mantener algunos después de
eso y acabé realmente cansado de
tenerlos. De hecho, en mi perfil de
Facebook no suelo admitir a nadie
que no tenga Loris, y si veo que
solo tienen Agapornis no los acepto
por descontado. Acabé "saturado" de
ellos, pero más de la gente
que sólo ve en ellos ejemplares para
concursar. Habrá quienes no lo vean
así, pero yo acabé cansado de que el
Agapornis sea una especie para
concursos... Pienso que cualquier
especie que acabe en concursos
acaban por "estropearse". Hay unos
intereses que a mí, ahora mismo, no
me llaman la atención.
Una vez vistas mis instalaciones
medio vacías, me vino a la mente una
idea que llevaba rondando mi cabeza.
La de no tener ocupadas todas las
jaulas. En realidad era la de quitar
la separación cada dos jaulas para
dejar la mitad de jaulas exteriores
pero el doble de anchas. Al final he
decidido dejar las instalaciones
como están, pero varia vacías, sin
ocuparlas con parejas reproductoras.
Tal vez me sirvan para de vez en
cuando meter ahí a algunas crías
mientras los padres intentan una
segunda puesta. O simplemente unas
jaulas de emergencia por si he de
tener momentáneamente algún nuevo
ejemplar (después de pasar la
cuarentena).
Rosemary Low decía que el número de
parejas ideal para un criador son 12
parejas. Que es la cantidad adecuada
para poder atenderlos perfectamente.
Yo miré y, sumando las jaulas, tengo
las 14 exteriores iniciales, 2 de
"El Huerto", 5 de "La Caseta"
(que por fin, tras 7 años, terminé,
con sus conexiones a las tres jaulas
exteriores, mas dos jaulas sólo
interiores de última hora de 1,50
x 0,80 x 1,20 de alto) y 2 de
"emergencia" en
"La Habitación" que está debajo de
las pajareras exteriores que uso de
emergencia. O sea, 23 jaulas.
Demasiadas para el tiempo que
actualmente tengo para atenderlos
adecuadamente.
En invierno, cuando
me quité los T. moluccanus, podría
ponerles al resto el néctar líquido
en media hora, y colocarles cuatro
piezas de fruta a cada uno en una
hora más. Pero ahora en verano (ya
contaré lo que tengo) tardo casi una
hora sólo en poner el néctar, y otra
hora en poner sólo una pieza de
fruta, porque con el calor que hace
se estropean con mayor rapidez, y
los loris, cuando la fruta está
caliente no la comen casi. Sí, toman
más comida "seca" (estoy usando el
de Wisbroek Lory que muelo y del que
mencioné algo a finales de Agosto de
2018) y en principio estoy
tranquilo. A parte que subo a diario
para ponerles el néctar líquido y
una o a lo sumo dos manzanas a
aquellas parejas que más comen.
¿Y qué tengo ahora en mis
instalaciones? Pues mantengo 3
parejas de Charmosyna goliathina, 3
parejas de Eos reticulata ,
5 parejas de Psitteuteles goldiei y
una joven hembra hija de una de las
parejas, y 10
ejemplares de Charmosyna josefinae
(4 parejas y 2 hembras). Tuve
durante el último año una pareja de
Chalcopsitta duivenbodei, pero
decidí cambiarla (mas abajo lo
cuento).
En los Psitteuteles goldiei dejé
ytres parejas en "El Huerto", para
ver si crían así. Y puse a las otras
dos parejas separadas por pareja. Al tener varias
jaulas vacías lo podía hacer. A ver
si estas dos parejas me dan alguna
cría para hacer alguna pareja más.
La idea es que tras la próxima
temporada de cría, todos los P.
goldiei estén juntos en "El Huerto"
ara que vivan como bandada. Si crían
así, bien. Si no, que vivan en grupo
mientras los tenga.
En cuanto a los Eos reticulata, no
está "Fiona", a la que puse con un
macho de 16 años, pero que al seguir
rompiendo los huevos y no poder yo
ocuparme de sacarlos en incubadora y
criar a las posibles crías desde el
primer día de vida, decidí
enviársela a una persona que desde
hacía muchos años estaba
acostumbrado a eso. A ver si él
logra sacar descendencia de "Fiona"
y puedo en el futuro tener una cría
de ella. Y "Shreck" está ahora con
una hembra de tres años y se llevan
bien.
¿Y la historia de los C. josefinae?
Pues es una historia larga. Los
adquirí a finales de Junio de este
año. Venían dos parejas, tres machos
y un ejemplar no sexado que resultó
ser una hembra. Entonces me encontré
con tres parejas y dos machos. Estos
dos machos eran hermanos de
diferentes nidadas.
Como venían a un lugar nuevo y aquí
ya empezaba el calor del verano, no
tenía intención de ponerles nido,
pero el criador que me los vendió me
dijo que se lo pusiera a la única
pareja reproductora que había, y al
mes de tenerlos, la pareja
reproductora puso huevos y logré
sacar una cría, que al final resultó
ser otra hembra. Esta joven hembra
está ahora mismo junto a la que me
llegó en el grupo comprado, y espero
poder emparejarlas el próximo año o
poder cambiarlas por otros
ejemplares para tener nuevas líneas
de sangre en mi aviario, ya que
ahora mismo tengo 4 ejemplares que
son descendientes de la pareja
reproductora, y al menos quisiera no
tener que quedarme con estas dos
hembras jóvenes, ya que además ahora
la pareja reproductora está
incubando dos huevos. Las otras tres
parejas podrían empezar a criar este
próximo año ya que tendrán dos o mas
años de edad.
De los tres machos solteros que
adquirí en Junio, dos de ellos eran
hermanos hijos de la pareja
reproductora, y a finales de
Noviembre fui con un amigo a visitar
a un criador en Francia. Allí pude
cambiar uno de estos dos machos por
una hembra. Mi amigo pudo traer
también algo y se quedó en mi casa
pues todavía él no tenía
instalaciones adecuadas para ellos.
Al final decidimos que él se iba a
centrar en C. duivenbodei y yo en C.
josefinae, e hicimos un cambio. Por
eso yo ahora no tengo C. duivenbodei,
y sí tengo las cuatro parejas y dos
hembras de C. josefinae. No sé si
alguna vez volveré a tener C.
duivenbodei ya que cuando tenía la
primera pareja, a veces pensaba si
quería tener una segunda pareja.
Ahora que no la tengo, tal vez no
vuelva a tener esta especie. Pero
ahora mismo tengo dos opciones. Una
sería centrarme en C. josefinae, C.
goliathina (adquirir una pareja más)
y Eos reticulata (adquirir una
pareja mas), o mantener lo que tengo
y buscar mediante cambios por crías
de C. josefinae otra especie para el
exterior, como por ejemplo los
Phigys solitarius, que ya los tuve
en su día y aguantaron el exterior
sin problema.
No sé si seguiré con el Diario pues
los loris no son tan prolíficos como
Agapornis o Ninfas.
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