Las peras son frutas dulces, acuosas y
frescas, muy agradables al paladar, lo que las hace especialmente
apetecibles para niños y mayores. Fuente de calcio, fibra, potasio,
hierro y yodo. Constituyen parte fundamental de una dieta equilibrada.
Pertenecen a la familia de las rosáceas.
Su forma depende de la variedad que se
trate y oscila entre la de una manzana y la de una lágrima, así como su
sabor, textura y color, que va desde el amarillo hasta el verde pasando
por el rojo y el pardo.
Las peras son una fruta rica en vitamina
B1, B2, B6, C y E. con propiedades antioxidantes, diuréticas y
depurativas, El consumo de esta fruta contribuye, por tanto, al buen
estado celular, evita el envejecimiento y regula el funcionamiento de
los riñones y del aparato digestivo. También favorece la
descalcificación de las arterias y el traslado del calcio a los huesos.
Contiene vitamina A, B, C, D, E y Beta
caroteno (para la vista, la piel, y las defensas)
Rica en calcio, potasio, hierro, yodo,
azúcares, sales minerales y fibra.
Es descalcificante de las arterias y
depura el intestino y los riñones.
Posee un alto poder antioxidante.
Regula la función de los riñones y
aparato digestivo.
Muy aconsejada para la eliminación de
líquidos y dietas para controlar el peso (es muy baja en calorías),
regular la hipertensión, el pulso cardiaco y el colesterol, eliminar
piedras de los riñones (hace aumentar la micción) y vesícula, en las
dietas de los diabéticos y enfermos de gota.
Aporta energía de manera duradera.
Previene la depresión y varios tipos de
cánceres, entre ellos el de colon.
Favorece la prevención de la osteoporosis
el tránsito intestinal.
Es vasodilatadora, antiarrítmica y
analgésica.
Es ser rica en pectina, alivia las
digestiones pesadas.